USO RITUAL DE LA MÚSICA MASÓNICA DE
MOZART
En Austria la masonería
prosperaba bajo Joseph II: Haydn, Mozart y la mayoría de la elite
intelectual eran miembros, como lo eran también numerosos miembros
del gobierno y de la nobleza (entre ellos el príncipe Nikolaus
Esterházy, protector de Haydn que era Venerable Maestro de la
Logia de Mozart, La Esperanza Coronada).
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Cuadro de
Mozart con indumentaria masónica |
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Antes de iniciarse en
masonería, Mozart tuvo el encargo de poner música a varios textos
masónicos: los poemas «An die Freude» y «O heiliges Band» y, sobre
todo, el drama masónico «Thamos König in Aegypten», de T. Ph.
Gebler (1773).
El 14 de diciembre de 1784 Mozart era iniciado en la Logia Masónica vienesa “La Benevolencia”
(“Zur Wohltätigkeit”). En dicha logia entablaría una fraternal y
duradera amistad con Emmanuel Schikaneder, autor de numerosas
letras de las partituras musicales de Mozart como, por ejemplo,
“La flauta mágica”. El padre de Mozart, Leopoldo, siguió el
ejemplo de su hijo y se unió a la logia en abril de 1785.
A lo largo de su vida, el genial
músico vienés compuso numerosas obras para ser interpretadas en el
ceremonial masónico:
- Canción "A la
alegría" «An die Freude» K. 53 (1768).
- Canción "Oh
santo vínculo de la amistad" «O heiliges Band der Freundschaft» K.
148 (1772).
- «Los Seis
Cuartetos de Cuerda» K. 168 – K. 173 (1777).
-El “Adagio
para instrumentos de viento” K. 411 (1784).
- Cantata“A ti,
alma del universo, oh Sol” «Dir, Seele des Weltalls» K 429,
(1783-1785)
- Las
disonancias K. 465 (1785).
- “Canción para
el viaje del compañero; A ti que accedes al nuevo Grado” «Lied Zur
Gesellenreise: Die ihr einem neuen Grade» K. 468, (1785).
-
Cantata “La Alegría Masónica”
«Die Maurerfreude Brüder» K. 471 (1785).
-
“Musica masónica fúnebre” «Maurerische Trauermusik» K. 477 (1785).
- Canción
"Elevad vuestras voces, amados hermanos" «Zerfliesset heut,
geliebte Brüder» K 483 (1786).
- Canción “A
Vos, nuestro nuevo Venerable” «Ihr unsre neuen Leiter» K. 484
(1786).
- Cantata
“Vosotros los que honráis al Creador del Universo” «Die ihr des
unermesslichen Weltalls» K. 619 (1791).
- Cantata
“Elogio a nuestra Alegria” «Laut verkündet unsre Freud» K. 623
(1791).
- Cantata
“Entrelacemos nuestras manos” «Lasst uns mit geschlungnen Händen»
K. 623ª (1791).
Además
de estas, Mozart compuso otras piezas que han sido
tradicionalmente utilizadas en la liturgia masónica:
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El príncipe Nikolaus Esterházy (1714-1790)
Venerable Maestro de la Logia vienesa "La Esperanza Coronada" |
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- Salmo 129
«De profundis clamavi» K. 93 (1771).
- «Sancta Maria
Mater Dei» K. 273 (1777).
- Adagio para
cuarteto de cuerda K. 546 (1788).
- Adagio y
Rondó para flauta, oboe, viola... K. 617 (1791).
- Motete «Ave
verum corpus» K. 618 (1791).
Un
tercer grupo lo constituyen las obras en ls que Mozart se inspira
o refleja el espíritu masónico:
- Thamos rey de
Egipto «Thamos König in Aegypten» K 345 (1773-1779).
- Sinfonía en
Mi b K 543 (1787).
- La Flauta
mágica, K. 620 (1791).
Respecto a esta última
obra, Schikaneder (iniciado en Ratisbona) y Mozart deciden hacer
su apología de la masonería en la Flauta Mágica.
Encontramos el primer símbolo masónico en medio de la Obertura,
cuando el ímpetu de la música es interrumpido por los instrumentos
de viento y por los metales para entonar la señal rítmica de
segundo grado de la masonería (el de compañero) que significa que
Tamino tiene todavía una prueba que superar antes de ser maestro
masón (el tercer grado). La simbología del número 3 domina toda la
obra: Los 3 acordes mayores de la tonalidad de mi bemol en la
obertura, tres hadas, tres niños que conducen al protagonista por
el bosque, tres instrumentos mágicos, tres pruebas, tres
cualidades del protagonista, tres templos... Cuando llega el
momento de la iniciación de Tamino no está solo sino con su mujer,
Pamina (el Alma, la Madonna Geometría, la Gracia).
A continuación vamos a agruparlas
siguiendo el orden del ceremonial masónico.
Música para la entrada en el taller
y apertura de trabajos:
En 1785, el Emperador José II ordenó que las ocho logias de Viena se fundieran en tres de
mayores proporciones. De esta manera, la logia de los Mozart se
unió con la “La Esperanza coronada” «Gekröntte Hoffnung» y
formaron la “La Nueva Esperanza coronada” «Neugekrönte Hoffnung».
Para celebrar la primera reunión de la nueva logia Mozart compuso
dos piezas. Una de ellas estaba destinada para ser interpretada en
el solemne momento de la entrada de la comitiva en el Templo.
Lleva por título: “Elevad vuestras voces, amados hermanos” «Zerfliesset
heut, geliebte Brüder» (K 483) y por tal motivo, suele
interpretarse en ese momento preciso del ritual masónico.
El “Adagio para
instrumentos de viento” (K. 411) pudo estar destinado a
acompañar la solemne entrada procesional de los miembros de la
logia, tal y como sugiere el tema masónico de los tres
aldabonazos. Por las fechas en que fue compuesta esta obra, es
probable que Mozart compusiera también esta pieza por encargo un
año antes de ingresar en la masonería.
Igualmente, para acompañar
la entrada de ilustres oficiales en la logia se suele interpretar
la cantada titulada “La Alegría Masónica” «Die Maurerfreude Brüder»
(K. 471) compuesta por Mozart en abril de 1785 en honor de Ignaz
Von Born, Gran Maestro de la Logia «La Verdadera Concordia».
Música para la ceremonia de
iniciación:
Se ha supuesto que la
cantata “A ti, alma del universo, oh Sol” «Dir, Seele des
Weltalls» (K 429) fue ejecutada primeramente con motivo de la
iniciación masónica de Mozart. Concretamente, los primeros acordes
del aria del tenor que invoca al sol y a la luz deberían sonar en
el momento culminante cuando al recipiendario le es levantada la
venda y recibe la luz simbólica. Pero como la partitura está
datada meses antes de su iniciación, también se ha supuesto que
esta pieza fue encargada a Mozart para ser interpretada en “tenida
blanca” (es decir, en una reunión de masones abierta también a
personas ajenas a la Orden), concretamente, en la celebración de
la gran fiesta solsticial Masónica de San Juan de verano, día en
que finaliza el año Masónico. Ambas hipótesis son compatibles si
pensamos que inicialmente fue una obra encargada por la Logia a
Mozart, con el fin de acompañar algún momento del rito de
iniciación y que finalmente fue interpretada en su propia
ceremonia de recepción masónica. Eso explicaría que luego Mozart
añadiera una segunda parte titulada “Agradecimiento a los
Hermanos” en la que expresaba sus mejores sentimientos hacia la
logia que le había admitido en su seno. La letra de la cantata
inicial dice así:
Coro
A ti, alma del universo, ¡oh, Sol!
dedicamos el primero de los cantos
festivos.
¡Oh, Poderoso, Poderoso! sin ti no
vivimos.
De ti viene la fertilidad, el calor
y la luz.
Tenor
Te agradecemos la alegría
de poder volver a ver la Tierra en
primavera…
Parece que la profunda
impresión que le dejó su ceremonia de iniciación le inspiró el
primer movimiento de su cuarteto (K. 465) llamado Las
disonancias, que simbolizan los desvaríos del profano en busca
de la luz, mientrasque el franco allegro en Do Mayor que les sigue
son la seguridad de la revelación.
Dos meses antes de ser
exaltado al grado de Maestro, asistió en febrero de 1785, a la
iniciación de su amigo Franz Joseph Haydn que ingresaba en la
Logia vienesa «La Verdadera Concordia». En recuerdo de esa
circunstancia tan singular, Mozart dedicó a Haydn «Los Seis
Cuartetos de Cuerda» (K. 168 – K. 173). Aunque compuesta esta obra
antes de su ingreso en la masonería, posteriormente Mozart
aprovechó ésta y otras de sus piezas musicales para darles un
sentido masónico bien dotándolas de una letra adecuada o
destinándolas a acompañar algún momento del servicio masónico.
Música de pase al grado de compañero:
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Leopoldo
Mozart, padre de W. Amadeus, fue iniciado en la logia
de su hijo en abril de 1785. El 26 de marzo de 1785 con
motivo de la ceremonia del paso de Leopoldo al grado de
Compañero, Amadeus compuso la “Canción para el viaje del
compañero; A ti que accedes al nuevo Grado" |
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El 26 de marzo de 1785 con
motivo de la ceremonia del paso de su padre al grado de Compañero, Mozart puso música a un poema de Franz Joseph Von Ratschky, y
tituló la pieza “Canción para el viaje del compañero; A ti que
accedes al nuevo Grado” «Lied Zur Gesellenreise: Die ihr einem
neuen Grade» (K. 468). Siguiendo la intención original de Mozart,
desde entonces esta pieza suele ser ejecutada en el ceremonial
masónico para dar la bienvenida al hermano que pasa al grado de
compañero. Destaca por su tono dulce y nostálgico que evoca la
melancolía del peregrino que ansía llegar a su añorado hogar.
Música masónica conmemorativa:
Durante el verano de 1791,
el ultimo de su vida, Mozart trabajó afanosamente en «La flauta
mágica», «La clemenza di Tito», y la «Misa Requiem». A pesar de
eso, interrumpió su trabajo para escribir una delicada pero
vibrante cantata inspirada en los ideales de libertad, igualdad y
fraternidad de la Revolución Francesa. Se trata de su pieza;
“Vosotros los que honráis al Creador del Universo” «Die ihr des
unermesslichen Weltalls» ( K. 619) dedicada a la juventud alemana.
Una de sus últimas obras,
concluida el 15 de noviembre de 1791, es decir, tres semanas antes
de morir, y estrenada en su Logia el 18 del mismo mes fue la
cantata titulada “Elogio a nuestra alegría” «Laut verkündet unsre
Freud» (K. 623) en la que reafirmaba su fe en el programa
fraternal y universal de la masonería. Su letra dice así:
Elogio de nuestra alegría
Cantemos la dulce armonía
nuestro gozo en alta voz
y un eco sea en cada pecho
de fraternidad y amor.
Consagrado este lugar
debe aquí la paz reinar
todos juntos nuestra grey
impondrá siempre la ley.
Cantemos la dulce armonía
nuestro gozo en alta voz
y un eco sea en cada pecho
de fraternidad y amor.
De tan noble igualdad
de tan grata libertad.
Significativamente, este texto fue
asumido en 1946 para acompañar al himno oficial de la República de
Austria.
Esta y otras piezas suelen
ejecutarse en diversos momentos del ritual masónico (circulación
del saco de proposiciones y del tronco de beneficencia, etc.).
Música masónica fúnebre:
Mozart compuso una pieza
de “Musica masónica fúnebre” «Maurerische Trauermusik» (K. 477).
Fue interpretada por vez
primera en tenida fúnebre en noviembre de 1785 en conmemoración de
la muerte de dos masones; el Duque Georg August de Mecklenburg-Strelitz
y el Conde Franz Esteráis von Galantha. Lo cierto es que,
posteriormente, se ha empleado en la ceremonia del tercer grado de
la masonería simbólica que desarrolla la leyenda del arquitecto
del Templo de Salomón, Hiram, muerto por los tres malos compañeros
y que resucita cuando se encuentra su cuerpo enterrado al pie de
una acacia.
Música para la Cadena Unión:
Una de las más bellas
cantatas de Mozart es sin duda la que compuso para acompañar el
rito masónico de la cadena de unión que se realiza antes de
concluir los trabajos. La pieza fue terminada pocos días antes de
morir y fue titulada “Entrelacemos nuestras manos” «Lasst uns mit
geschlungnen Händen» (K. 623ª). La letra dice así:
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Monumento a Mozart
en Dresde
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Entrelacemos nuestras manos
Terminemos, hermanos, el trabajo
con las manos entrelazadas de
júbilo,
y que esta cadena rodee
no sólo este santo lugar,
sino la Tierra entera.
Dejadnos cantar alegremente
dando las gracias al Creador
cuyo poder absoluto nos deleita.
Ved que los trabajos hayan
concluido.
Y ojalá que hubiera concluido
también
la labor que ordena nuestro corazón.
Música para la clausura de los
trabajos:
Como ya hemos indicado,
con motivo de la creación de la logia la “La Nueva Esperanza
coronada”, Mozart compuso dos piezas específicas. En dicha tenida
se formalizó la designación del nuevo Venerable al que Mozart
quiso agasajar con una partitura titulada “A Vos, nuestro nuevo
Venerable” «Ihr unsre neuen Leiter» (K. 484) escrita por Augustin
Veith Edler von Schittlersberg. Probablemente fue interpretada
tras la clausura de los trabajos masónicos de aquella tenida,
concretamente, para acompañar la salida del Venerable Maestro y su
comitiva. La letra dice así:
Solo
A vosotros, nuestros guías,
agradecemos vuestra lealtad.
Guiadnos por la senda de la virtud,
para que cada uno alegre la cadena
que le vincula a hombres mejores,
suavizándole el cáliz de la vida.
Coro a tres voces y órgano
Con nuestro santo juramento,
juramos también nosotros
colaborar, como vosotros,
en construir el gran Templo.
Solo
Volamos en alas de la verdad,
más alto, al trono de la verdad,
para conquistar su santuario,
mostrarnos dignos de su corona,
y siendo bondadosos ahuyentar
la envidia de los profanos.
Finalmente, cabe mencionar
que, conforme a los archivos de la Logia, Mozart compuso en 1785
dos cantatas masónicas que llevaban por titulo “El trabajo de la
muerte” y “El trabajo de los maestros ha concluido” que,
desgraciadamente, se han perdido.
E. Doravâl
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